Hoy hice la mudanza definitiva de las cosas que guardaba en mi despacho. Vaya cómo pesan los papeles, bonita hoguera les espera en San Juan!
Tengo un pensamiento de ¿y ahora qué?, un poco de vértigo al cambiar de etapa. Pero sobre todo, me he marchado más a gusto que un arbusto! (como diría mi Noelia)
Mañana, en la que hasta ahora ha sido mi mesa, ya no estaré yo ni mis cosas :). Una que se va y otros que se quedan, o mejor dicho, que continuan. En las manos de Axel queda ahora resolver todos esos diagramas que ha dibujado en la pizarra ... mare de Dèu!