Not every day you step on a castle, a fortress. The views are truly spectacular, everything looks Jaca at the foot of the mountain in the middle of the valley. And the historical remains of the fort are also to admire. As I am not so well the story is going to copy and paste from the website of Jaca:
Raised on a hill on the north side of Jaca, Fort Rapitán has witnessed the rapid growth of the city in the last century but also of the saddest episodes of the recent local history.
On its walls fell shot dozens of Republicans in the early days of the Civil War. The time has diluted that mark Rapitán tragic and now has become the city hall, the place where it receives and welcomes more illustrious visitors, from the Kings of Spain to the IOC President Juan Antonio Samaranch. Its refurbished halls are a seal of distinction.
On Monday 23 October 1884 work began on clearing and grading of the future castle in mount Rapitán, which since 1675 had been spent by the council to grass. The majestic work was primarily defensive in nature. Its location at the entrance of the Valley of Aragon gave it a decisive strategic importance for the defense of the state border.
In 1886 he had completed the wide, winding driveway to the top and in 1890 come from the casting of cannons to fortify eleven Trubia the future castle. The work was enormous. Launched alongside the Coll de Ladrones strong Canfranc and Santa Elena in Lourdes, the State spent about six million pesetas, of which "vast majority is left among the laboring class of this city and its surroundings," according said in Aragon Pyrenees in 1887 its director Francisco Limerick. Only in April of that year worked in the construction of two hundred and fifty laborers Rapitán and numerous flowerbeds.
To overcome the drawback of the terrain, Mr. Nogues Huesca produced an extensive hemp cable 37 meters and 200 kilos on the heavy guns were raised. The great demand for laborers managed to save the catastrophic situation in which this was the population center in a city quite often punished by numerous epidemics. Rapitán works continued until the end of the century.
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No todos los días se pisa un castillo, una fortaleza. Realmente las vistas son espectaculares, se ve todo Jaca a los pies de la montaña, en mitad del valle. Y los restos históricos del fuerte también son para admirar. Como yo no me se tan bien la historia voy a copiar y pegar de la web de Jaca:
Alzado sobre una colina en la vertiente norte de Jaca, el fuerte de Rapitán ha sido testigo del vertiginoso crecimiento de la ciudad en el último siglo pero también de los más tristes episodios de su reciente historia local.
En sus muros cayeron fusilados decenas de republicanos en los primeros días de la Guerra Civil. El tiempo ha diluido esa impronta trágica y ahora Rapitán se ha convertido en el salón de la ciudad, el lugar donde se recibe y se acoge a los más ilustres visitantes, desde los Reyes de España hasta el Presidente del COI, Juan Antonio Samaranch. Sus renovados salones son una especie de sello de distinción.
El lunes 23 de octubre de 1884 comenzaron las obras de desmonte y explanación del futuro castillo en el monte de Rapitán, que desde 1675 había sido dedicado por el concejo a hierba. La majestuosa obra tenía un carácter fundamentalmente defensivo. Su ubicación en la entrada del Valle del Aragón le concedía una importancia estratégica decisiva para la defensa fronteriza del estado.
En 1886 ya había concluido el ancho y serpenteante camino de acceso a la cima y en 1890 llegarían desde la fundición de Trubia once cañones para artillar el futuro castillo. La obra fue ingente. Iniciada a la par que el fuerte de Coll de Ladrones en Canfranc y Santa Elena en Biescas, el Estado destinó cerca de seis millones de pesetas, de los cuales “inmensa mayoría ha quedado entre la clase jornalera de esta ciudad y sus alrededores”, según afirmó en El Pirineo Aragonés en 1887 su director Francisco Quintilla. Sólo en abril de ese año trabajaron en las obras de Rapitán doscientos cincuenta jornaleros y numerosos canteros.
Para superar el inconveniente de la orografía, los señores Nogués de Huesca fabricaron un extenso cable de cáñamo de 37 metros y 200 kilos por el que se elevaron los pesados cañones. La gran demanda de braceros logró salvar la catastrófica situación en la que se encontraba este núcleo de población, en una ciudad castigada con cierta asiduidad por numerosas epidemias. Las obras de Rapitán se prolongaron hasta finales de siglo.
Spanish 29 years old guy that loves photography and Nokia (as objects, of course I love as well girlfriend, family, friends...etc). Pharmacist working at Jaca...
@kerristephens true story!
@steviemichelle Thanks :D
@if1 Yes, I will go again to take more shots